Jóvenes graduandos, sigan adelante, siendo responsables en todo, amando y respetando a sus padres, a quienes los aman y cuidan. Los animo para que pongan en manos de Dios todos sus proyectos, busquen su guía en cada decisión, mantengan su fe. Tengan la certeza de que, con Dios a su lado, no hay sueño demasiado grande ni meta inalcanzable. Siempre tendrán la posibilidad de salir victoriosos si van tomados de la mano con la protección y guía de María Santísima. En tres años esperamos verlos con otra meta alcanzada en su proceso de formación académica. Sigan siendo alegres, optimistas y perseverantes, luchen por sus sueños hasta convertirlos en realidad. Dios tiene un propósito perfecto para cada uno de ustedes. Dios los bendiga en esta nueva etapa de sus vidas. Pbro. Jorge Rivera-Rodríguez